Sin Manifiesto

No es de buen gusto empezar por uno mismo. Pero a mí no me interesa el buen gusto. Este blog ha mutado en las últimas semanas de un intento de crear un espacio sobre la reflexión del diseño, la ecología, la música, las artes, la delicia de viajar, la pureza de los encuentros a una colectividad de ideas, a una tormenta de propuestas que a final de cuentas me convencieron sobre la importancia para nosotros, y para los que lean esto, de ponernos al tanto entre nosotros mismos sobre lo que soñamos, sentimos, pensamos y decidimos en nuestro andar diario. Algunos me han dicho que esto parecerá una terapia de grupo, yo les digo que en el peor de los casos puede ser cierto, pero en el mejor de los casos puede convertirse en un espacio libre y desinteresado en el que se propicie el autoconocimiento y la aniquilación del superyo, en el que se dé primordialmente un escape a la locura que traemos encerrada en la cabeza.

Por un lado las llamadas de teléfono a mi oficina, por el otro las conversaciones por msn y los correos electrónicos de ida y vuelta fueron conformando, o deformando, mi posición sobre lo que debería suceder en Semateka B. Y todos tienen razón: si cada uno de los integrantes tiene una historia personal digna de ser llevada a la pantalla grande -preferiría comprar el dvd para ver las características especiales de cada uno- no tiene sentido encapsularnos en límites academicistas y formales que bien podrían ser los lineamientos de una revista centrada y con fines de lucro. Si alguno de los miembros, o varios, o todos, decide o deciden o decidimos que sería bueno controlar la esquizofrenia a ratos con ensayos simbólicos más mesurados podremos siempre construir un nuevo blog que corresponda a esa necesidad. Así que ahora queda claro que aquí puede pasar de todo y para todos. Por lo pronto nos quedamos sin manifiesto...y al parecer sin un diseño especial para el header, encabezado del blog, debido a la disparidad de ideas, por lo tanto a la dificultad de expresar en un logo o imagen tantas lucecitas de luciérnaga circulando en la oscuridad (creo que esta idea pudo haber sido el imagotipo....pero prefiero, quizás por pereza, no pensar en eso). Por último quiero expresar mi gratitud a todos los amigos que han aceptado colaborar en esta loca aventura, que considero más un affair -una especie de infidelidad a nuestros agujeros académicos, cientificistas y formales-. Y dejo abierta la invitación a cualquiera que desee unirse a la informalidad de este microuniverso de puntos distantes conectados por el discreto poder de la amistad. + Abril 2006/ Andrés Jáquez